El México que ha muerto

¿Cómo pudo pasar algo así en un país ahogado en corrupción y que se desangra por la violencia?

¿Cómo pudo ganar la apatía, el servilismo y el autoritarismo cuando se salió en masa a defender la democracia?

¿Cómo es que morena sabía que había ganado 2 a 1 la presidencia desde las 6pm cuando el PREP tenía solo 10% computado a las 11pm?

¿Cómo es que, según esto, votó menos gente que en las elecciones pasadas cuando ha sido la vez que más activa ha estado la ciudadanía en su historia?

¿Cómo pudo obtener aún más votos que Obrador y llevarse todo a pesar del desastre?

¿Por qué las fuerzas políticas de oposición salieron a aceptar el resultado tan rápido si los datos eran casi absurdos?

Lo ocurrido ayer es antinatural y huele muy mal. Es algo abyecto que solo puede tener dos explicaciones posibles: El fraude o la sumisión de un pueblo temeroso y dócil que fue comprado y que prefiere estar sometido a un Estado Autoritario mientras les den un poco de dinero en efectivo.

El fraude no se descarta, pero no se entiende cómo. Los datos son extraordinariamente apabullantes, casi increíbles, pero están ahí. Habrá que revisarlos y estudiarlos.

Pero el auténtico horror está en aceptar que se trata de una auténtica voluntad popular. Sí esto es lo que la mayoría de los mexicanos anhelan, estamos antes un país fracasado y pobre que merece todo o que le pasa. Pobre de espíritu, de ideas, de ambición y coraje. Y aunque no parece ser el pueblo que hemos visto en los últimos años, la única otra explicación posible al fraude es esa. Que la ilusión de una ciudadanía activa y participativa estuviera ocultando una mayoría de mexicanos cobardes y sumisos que prefieren que los sigan engañando.

En ambos casos México es el gran perdedor. Si lograron ejecutar el fraude más grande de la historia desde Palacio a través de la manipulación del INE, la compra y condicionamiento del voto de millones de voluntades o la alteración de actas o del sistema… no es más grave que el aceptar que esto es lo que quiere nuestra gente para el país. De cualquier forma, se entiende que el pueblo ha permitido o promovido que esto ocurra y desde luego, eso significa que la responsabilidad es solo nuestra como sociedad.

Duele saber que los enormes esfuerzos de muchos de nosotros por investigar o mantenerse informados para denunciar y criticar los abusos del poder fueron en vano. Notamos muchísimo desánimo y coraje sobre todo en aquellos que se volcaron durante años a tratar crear conciencia en el intento por rescatar al país de las manos de autoritarismo, el fanatismo y la estupidez. Ahora pareciera que los estúpidos fuimos nosotros por no entender lo equivocados que estábamos al pensar que el resto de los mexicanos también querían ser salvados del mal gobierno. Es evidente que el error está en nosotros.

Esta cuenta surgió de ciudadanos comunes por una auténtica necesidad de comunicar la verdad e informar sobre la corrupción y el desastre del mal gobierno para oponerse al discurso oficial lleno de mentiras y “otros datos”. Es frustrante saber que fracasamos tan rotundamente, por lo que la cuestión ahora es: ¿Vale la pena seguir, o es el momento de renunciar y dejar que el país se consuma a sí mismo revolcándose en su mediocridad y apatía?

Tal vez es mal momento para tomar una decisión así, aunque nos queda claro que la lucha por la democracia, como la conocíamos, ha terminado, y ese México colorido, diverso y plural, ha muerto.

Nuestro más sentido pésame a todos.

3 de Junio 2024 | Por Acción Civil Mexicana

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