Derroche y corrupción, el sello de AMLO

En semanas pasadas, fuimos avisados del contratiempo de salud que tuvo Andrés Manuel López Obrador que derivó en la práctica de un cateterismo. Como todo en este gobierno, trataron de minimizar el procedimiento.

Desafortunadamente, de manera personal fui testigo de un procedimiento de este estilo y no es para nada sencillo.  Mi padre hace ya más de 6 años, fue intervenido con el mismo procedimiento para poder “destapar” las arterias de su corazón; el sufrió 2 infartos y tenían que liberar las arterias para que la sangre irrigara correctamente el corazón. Su doctor, nos comentó que dicho procedimiento se practica de manera preventiva y en situaciones de remediación. Cuando es preventivo, se realiza porque los resultados de los electrocardiogramas y ecocardiogramas no permiten determinar la salud de las arterias, por lo que un cateterismo (que es la introducción de un catéter en una arteria hasta llegar a la zona que quiere inspeccionarse, por lo regular si es del corazón llegará hasta ese órgano) permitirá verificar si existen sedimentos de colesterol en las arterias que pudieran derivar en un “taponamiento” y con ello terminar en un infarto.

Cuando es para «remediación», como en el caso de mi padre, el proceso se realiza tratando de liberar la arteria comprometida y que no se dañe más el corazón por la falta de irrigación sanguínea. Los cardiólogos seguramente podrán estarse dando de topes contra la pared por mi explicación, pero creo que estoy compartiéndoles en el mismo sentido con el que me fue indicado en su momento. Como podrá ver, la cosa es de mucho cuidado pues, un movimiento no contemplado y podría desgarrar una arteria.

Una cosa que en verdad me molesta, es que en las redes sociales hubieron demasiados “opositores” deseando el peor de los desenlaces para Obrador. Yo en cambio, encomendé la salud del presidente al Dios en el que creo y le pedí que viva muchos años… y no soy amlover, chairo o de izquierda. Yo sí quiero que el presidente viva por lo menos 100 años con excelente salud, pues tengo la plena convicción de que en México sí llegará el cambio que tanto anhelo (por lo menos desde mi trinchera estoy empujando para que conozcamos mejor a nuestros candidatos, votemos por promesas alcanzables y exijamos a los ganadores de las contiendas electorales que cumplan con las mismas). Y en caso de que en México asuma el poder un movimiento que busque la implementación del estado de derecho, que respete las autonomías de los poderes, que no le deba nada a nadie y que realmente se ponga a trabajar, me encantaría ver tras las rejas a Obrador hasta el final de sus días. De qué nos sirve que pase a mejor vida, si no pagará en vida por todos los crímenes que se están cometiendo en su gobierno ya sea por omisión o por intervención. Que viva con salud plena y que termine sus días en una celda.

Este tipo llegó a México con sed de revancha y no con la convicción de trabajar por el país. Buscó a toda costa y lo logró, tener un ejército de fanáticos que se han cegado por autodeterminación y que le aplauden hasta porque berrea como chivo. Lo defienden a capa y espada a pesar de que sus acciones están afectando directamente tanto su vida, como su patrimonio.

Bajo su conducción, hemos visto una lista interminable de casos de corrupción en flagrancia tanto de sus más cercanos colaboradores, como de su propia familia. Pero la cosa no para ahí, con la cantaleta de que prefiere servidores públicos “honestos” más que a servidores preparados, ha colocado a un sin número de ineptos en cargos fundamentales para la conducción del país. Lo ha hecho con un firme propósito, que roben para él y que en alguna investigación, sean ellos los acusados por su ineptitud.

Gobierna, como lo comenté, con sed de revancha en contra de sus adversarios, que inicialmente eran unos cuantos, pero que ahora somos todos aquellos que no le creemos ni el saludo. Y el principal de todos ellos es Felipe Calderón, a quien acusa de haberse robado la elección cuando está más que comprobado con hechos y con documentación, que Calderón le ganó a la buena. Por este odio irracional, canceló el Seguro Popular, las estancias infantiles y pretende ahora, deshacer la reforma energética, pues como Calderón pudo trabajar en una empresa extranjera de energía, quiere a toda costa eliminar el negocio de la misma haciendo pagar a todas las demás empresas que dan trabajo digno y bien remunerado a millones de mexicanos. Añádale usted su gran megalomanía, que impidió la construcción de la obra más importante del siglo para México (el NAIM) con tal de que no fuera recordado el nombre de su antecesor sino el suyo.

Y de ahí viene el derroche de recursos del cual hago referencia en el título de este artículo. Con cálculos de Fausto Barajas, los proyectos insignias y faraónicos de Obrador, tienen ya un sobrecosto de 226 mil millones de pesos (un NAIM completo); ni qué decir de las pérdidas en PEMEX y en CFE que rondan más del billón de pesos sólo en su administración. Usted dirá, pero cómo no cambia el rumbo con semejantes números. La cosa es muy sencilla, en el caos, el vivo gana. Y él, querámoslo o no, es muy vivo para lo que le conviene. Con la red de ineptitud en la función pública, pero con gente de confianza dirigiéndolos, las pérdidas para la nación significan ganancias para sus bolsillos.

El robo en esta administración es artero y cínico, pero a la cabeza de la Fiscalía que podría perseguirlos está un hombre de su total confianza, quien tiene en su haber más del 96% de impunidad en todas las denuncias que se le presentan. Por lo menos en este sexenio, no habrá poder humano que inculpe a uno de los suyos por esta situación.

Por eso ni hacernos a la idea de los intentos de denuncias en contra de otro criminal como lo es Gatell, quien con su pésimo manejo de la pandemia, sentenció a muerte a más de medio millón de mexicanos. No habrá castigo, por lo menos no en esta administración.

Gilberto Lozano, líder de Frena

Pero el panorama se compone si en 2024 existe alternancia. Y estas elecciones sólo serán posibles si la participación en el proceso de revocación de mandato es mínimo o nulo; no se deje engañar ni por Obrador ni por el loco e idiota de FRENA. Pues en donde haya gran participación de la sociedad, Obrador usará el resultado (que con la aprobación que hay en estos momentos, ganará fácilmente) para tratar de perpetuarse él o su movimiento, al volcarse en contra del INE… Y con un INE destruido, ya no habrá 2024.

Por: Mario Sotomayor | para accioncivilmexicana.org & República Alterna