Aquellos mexicanos que admiran la Revolución Cubana y que se tragan el discurso de “primero los pobres”, que promulga la “igualdad” y la “pobreza franciscana” como el camino a seguir para lograr el bienestar y un crecimiento moral como sociedad, les quiero hacer llegar información verídica y de primera mano, sobre las diferentes atrocidades que genera un Estado cuando adopta el sistema socialista y populista. En este caso, hablamos de un tema por demás sensible, pero que es directamente responsabilidad de la pobreza que provoca la Dictadura.
El tema es “Las mil y un putas del Socialismo”
Se dice que las jineteras jóvenes, con el tiempo pueden convertirse en personajes internacionales, incluso hay algunas que han llegado a ser primeras damas.
Para los mexicanos que no conocen el significado de la palabra «jinetera», puedo simplemente decir que es una definición muy exclusiva de los cubanos. Un sinónimo muy nacional, para definir a una de las más antiguas formas de ganarse la vida que han tenido las mujeres del pecado, desde las épocas más remotas de la historia de la humanidad. Un sinónimo libidinoso que significa en el más crudo sentido de la palabra: «prostituta».
Hay quienes han ablandado el significado de esta palabra. El escritor cubano Norberto Fuentes, la define como «mujer que cabalga a un turista«. Yo por mi parte no quiero dar una definición, y simplemente diré los adjetivos tal y como van, aunque me opongo a que se piense que trato de ser ofensivo. No quiero justificar nada, pero tampoco soy juez para juzgarlas. Es más, respeto a esas jóvenes que en el algún momento de sus vidas decidieron tomar este camino. Solo quiero decir que sea cual sea la dureza del significado de la palabra, en esto se había convertido entre otras cosas, mi amiga, a la que llamaré BÁRBARA para no revelar su verdadera identidad.
No pude recuperarme muy fácil de la noticia. Una de mis mejores amigas se había convertido en una real prostituta. Esa noble niña, la cual vi crecer y con la que compartí muchas cosas hermosas de mi vida había saltado al bando de las que venden su cuerpo y alma por dinero. BÁRBARA era una más entre las nuevas sexo servidoras que marcaban un nuevo concepto, sustituyendo a las antiguas matronas de la década de los 50, de las cuales solo quedan muy pocas, convertidas hoy en venerables ancianas. Las jineteras de hoy tienen edades que oscilan entre los 13 y los 25 años, todas formadas y educadas bajo los preceptos de la revolución socialista. Crecidas en la humildad de sus familias y formadas en la misma plataforma educativa usada para formar al hombre nuevo morbosamente creado por el Che Guevara.
Nunca conocieron “la crueldad del sistema capitalista”, no conocieron el racismo, ni la desigualdad social, y sin embargo, la miseria de un comunismo disfrazado las empujó a acariciar, con una fingida ternura, la enorme panza, las horribles arrugas o la brillante calva de un adinerado italiano o de un político o acaudalado turista mexicano.
Fue una gran y triste sorpresa al mismo tiempo. Nunca pude imaginarme que algo así pasara, pero no había dudas… BÁRBARA era una víctima más. Una víctima de no sé quién… Si del sistema que la había formado, o como un producto de su propia inmadurez o del proceso de macro destrucción económica, política y social que se vivía en la isla desde que triunfó la revolución de Castro y que aceleró drásticamente con la caída del campo socialista de Europa de Este…
Fui a visitarla una tarde del mes de Agosto de 1992, Y fue tan elocuente y sincera que no puedo dejar de contar algo de lo que hablamos ese día. Hoy les transcribo un fragmento de esa conversación:
“Me metí a jinetera y he experimentado en tan poco tiempo todo lo que puede sentir una mujer en una cama, en un auto, en la calle, en el piso, en una bañera de un hotel y en la de una casa, en una casa en construcción, en un camión en marcha, en la arena de la playa, en una alberca, en la cocina, en fin creo que no ha habido un lugar ni una posición sexual que yo no haya probado. Por mi cuerpo han pasado, marineros, músicos, intelectuales, médicos, diplomáticos, políticos, maricones y hasta unas cuantas lesbianas. Hoy soy una nueva ramera, muy diferente a las rameras que existían en Cuba antes de la revolución que andaban en burdeles. Ahora somos un bando de chicas carentes de una cultura de resistencia y nos negamos rotundamente a ver pasar nuestra juventud entre las patas. A solo ir al campo y un domingo al mes a simular que aprendemos la defensa de la patria en una clase de las Milicias de Tropas Territoriales; a salir a una fiesta y que no haya ni que beber o no se pueda poner música porque no hay luz; o llegar a la casa después de estudiar el día entero y enfrentarte al pan duro de cada día, al arroz solo, al huevo cuando hay, a no tener jabón, a no usar champú, a no tener ni toallas sanitarias, a pararte en las vitrina de una tienda de dólares y solo mirar y no poder comprar. No amigo… yo me negué a vivir así, a un costo grande, pero gracias a esto hoy no carezco de estas cosas.
Cuando no por gusto, sino por necesidad, y por la frialdad de ese pendejo que tengo por marido, o mejor dicho, por arrimado, me vi de la noche a la mañana convertida en una real puta, descubrí que esto era todo un arte y una ciencia. Las mismas técnicas que usa un actor para mostrar un estado de ánimo, un sentimiento, un deseo, son las mismas que utilizamos nosotras las putas, para hacerle creer a un tonto que paga, que es lo máximo, que es el super sexo. Y lo más triste del caso, para ellos por supuesto, que se crean que uno los quiere, que uno los adora, que uno se muere de deseo y no vean que lo único que hacemos es sacarle el billete de la bolsa. Muchas veces sin que te hagan sentir orgasmos. Y esto es increíble, porque te acuestas con tipos que son un asco, asquerosos, apestosos. Viejos que pagan bien para recompensar sus posibilidades sexuales. Jóvenes que vienen pensando que aquí encuentran a las chicas más calientes y baratas del mundo, porque en sus países ni han hecho el amor o la sociedad los critica o las putas buenas son muy caras.
En fin, una trabaja y trabaja para alcanzar el doctorado en nuestra profesión: casarnos y que nos saquen de Cuba. Pero mientras no logremos el título, a mi lo que importa es el varo y si es buena paga, pues a cerrar los ojos dejar que te metan el pene.
Quizás de aquí a varios años cambie mi forma de pensar. Pero por ahora aquella niña que conociste está tranquilita, guardada en los recuerdos. Esa niña decidió cambiar la bicicleta china, por un taxi de turismo y emprender el viaje hasta que un día pueda atravesar el Atlántico o el golfo de México. Por ahora me he vuelto una devoradora de hombres. No paro de buscar hasta que aparezca un galán con varo y me saque de esta mierda de país en la cual es insoportable vivir. Pero mientras tanto me río de ustedes. Me río de los hombres, de sus postulados machistas de que somos el sexo débil. Pero desgraciadamente, no ven la parte obscura de este arte. Nosotras los utilizamos a ustedes, hacemos lo que queremos y encima de todo tiene que pagarnos. Realmente soy yo la que siente compasión por los hombres. Y te aseguro que en ellos te incluyo a ti.”
HASTA AQUÍ EL FRAGMENTO DE LA PLATICA…
Y Aunque parezca increíble, uno de los primeros programas sociales que implantó el Coma-Andante Fidel fue un proyecto para prohibir la prostitución en toda en Cuba. QUÉ IRONÍA. Para empezar el Sr de la Barba cerró todos los burdeles, además de hostales y centros nocturnos donde se facilitaba la prostitución.
Las que habían sido trabajadoras sexuales podían acceder a una formación y conseguir la oportunidad de obtener un trabajo digno. Y como siempre, el Gran Actor llevó muy bien su libreto y esto, entre muchas cosas más, lo hizo seguir ganando PUEBLO en su afán por perpetuarse del poder.
Hoy día, la realidad es otra. La prostitución se volvió una industria rentable y ya no es mal vista. Tal vez provocará una gran discusión cuando la familia se enteran que la esposa, hija, nieta o hermana está en el negocio, pero muy pronto todo cambia. BÁRBARA señala que se ha llegado al extremo de ser apoyadas por las familias, pues alcanzan un nivel de vida impensable para el resto de la población, lo que ha suavizado la forma de llamarlas: su denominación cambió de putas a jineteras. Aunque bien se puede diferenciar que la denominación de origen tiene algunas diferencias de fondo. Las primeras lo hacían para satisfacer necesidades económicas graves y nosotras ya lo hacemos buscando además salirnos del país con el primer postor que quiera casarse con una de nosotras”. TERMINA BÁRBARA.
Cuando el gobierno decide incentivar la industria del turismo a comienzos de la década de los noventa para sopesar los efectos (según ellos) del bloqueo y de la caída del campo socialista, las jineteras adquieren acceso a la economía del dólar y a un consumo privilegiado”
Es entonces que “El fenómeno de la prostitución se propagó como la pólvora. De día estudiantes brillantes, de noche, chicas del placer. De día, hijas ejemplares y recatadas, de noche devoradoras de hombres que, para coger, tienen que pagar porque muchos no tienen otra opción.
Mi amiga me decía: “si vas a un restaurante y enseñas tu título universitario o de Dr. en ciencias super cerebrito y científico como eres, no te van a atender. Necesitas dinero.”
Sin dudas, la prostitución se puso al alcance de jóvenes y adolescentes. Y algo muy importante. No era exclusivo de las mujeres. Muchos jóvenes, heterosexuales y gais, vieron también en el negocio una vía de escape. Entre los años 1996 y 2002, el gobierno cubano lanzó la operación Lacra, una serie de actuaciones policiales con el fin de poner freno a una ya abundante prostitución que empañaba la imagen de las principales ciudades turística de la Isla. ¿Pero que creen? Ya los policías habían tomado a las jineteras (desde comienzos del 92) como una vía de ganar de dinero. Hasta las cuidaban, les avisaban cuando iba a ver redadas policiales, tanto a ellas como a sus proxenetas y hasta simulaban que las detenían para llevarlas a lugares de mayores posibilidades de negocio.
El gobierno de Cuba nunca ha reconocido la prostitución como un problema grave y argumenta que es una ocupación voluntaria. Claro… a toda costa intentan tapar el sol con un dedo y reconocer que es una consecuencias de las malas políticas que impiden que el país prospere Y SU GENTE PUEDA VIVIR EN MEJORES CONDICIONES DE VIDA Y MEJORES INGRESOS.
Es triste, pero podemos estar días hablando de este tema y comentar infinitas anécdotas, pero solo basta con decir que hay prostitutas que sirven como agentes del g2, que operan como tratantes de mujeres, que han salido muy bien casadas con políticos, narcotraficantes, y con gente común… y no duden que un día alguna pueda ser hasta primera de dama de cualquier país, ciudad o estado en cualquier parte del mundo. Y LO PEOR, ES QUE DETRÁS DE TODO ESTE PROSTÍBULO TRANSNACIONAL ESTÁ EL GOBIERNO DE CUBA VENDIENDO A SUS MEJORES MUJERES.
Ser prostituta en Cuba se convirtió en un muy buen negocio, donde se pueden ganar en una semana $280 dólares, infinitamente superior a los de $2 dólares mensuales que paga la Dictadura…
Así es la Cuba que algunos países latinoamericanos admiran y ven como un modelo perfecto de sociedad que tiene como prioridad a los pobres, y como principio, un igualitarismo de ciencia ficción que es imposible lograr creyendo que el Estado puede regalarlo todo sin producir riqueza alguna.
NO OLVIDEN QUE USTEDES PUEDEN VOTAR. EL PUEBLO CUBANO NO PUDO.
03 de Enero de 2023 | Por “El Balsero” para Acción Civil Mexicana