Revocación de mandato

CRÓNICA DE UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

El próximo 10 de abril, se llevará a cabo por primera vez en la historia una consulta para calificar la actuación del jefe del ejecutivo en sus primeros 3 años de gobierno y, en su caso, destituirlo del puesto en un proceso llamado “Revocación de Mandato”. Curiosamente, ésta no fue una iniciativa de la oposición o la sociedad civil, fue propuesta por el propio López Orador y su partido “morena” y acordada por su aplastante mayoría en el pleno de la cámara en 2019. La idea de hacer esto es bastante maquiavélica, pues se pretende establecer en la rutina política una forma legal de quitar rápidamente a los presidentes que llegarían a tomar el poder tras el mandato de Obrador con el fin de garantizar la continuidad de su “cuarta transformación”. Así, sin importar que fueran de oposición o de su propio partido, AMLO podría influir directamente en la destitución de un próximo presidente si éste osaba “dejar de seguir sus órdenes” o si le resultaba incómodo por ser opuesto a sus intereses. Y para eso tienen una base de afiliados a morena muy activos y dispuestos a salir a votar para él cuando lo ordene como ocurrió para la cancelación del nuevo aeropuerto. De esta manera se brincan la burocracia del poder legislativo, la Suprema Corte y cualquier otra instancia legal para darle rápida respuesta a lo que él llama “la voz del pueblo”.

Era una excelente estrategia política, hasta que en el partido se dieron cuenta que la corrupción y pésimo gobierno de su líder estaba provocando un cambio drástico en su popularidad, lo que podría provocar que la “revocación” fuera utilizada en su contra. Entonces entraron en pánico y lo primero que se les ocurrió fue atacar al instituto electoral (INE). Como primer movimiento, decidieron recortarle recursos a sabiendas de que sus dirigentes ya habían hecho públicas sus reservas sobre la consulta, argumentando que se requería una inversión millonaria similar a la de una elección presidencial. Entonces ante las negativas del INE a realizar una consulta en esas precarias condiciones, decidieron desacreditarlo e inventaron que se trataba de un intento antidemocrático de evitar que el pueblo ejerciera su derecho al voto. Procedieron así a denunciar al Instituto ante la SCJN para que los obligara a realizar la consulta, y a los consejeros, penalmente ante la FGR. Al final la SCJN (claramente ya al servicio de morena) ordenó al INE realizar la consulta con el presupuesto que tenían obligándoles a realizar recortes considerables en diversas áreas del instituto y por ende, se efectuará con un número reducido de casillas, lo que imposibilitará la participación de una gran parte de la población.

Ahora bien, para solicitar la consulta de revocación se requería las firmas de por lo menos el 3% del padrón de la lista nominal de electores, es decir 2.85 millones. Sin embargo, a la sociedad civil no alineada a morena no le pareció importante realizar dicha consulta por considerarla un acto de promoción inútil. Esto curiosamente estaba ocasionando que no hubiera firmas suficientes para siquiera obligar al INE a llevarla a cabo. Entonces, los líderes de “morena”, temiendo que no alcanzar ni las firmas necesarias para convocar la consulta pudiera ser visto como un fracaso al poder de convocatoria del ídolo, pusieron en marcha todo su aparato para lograrlo. Así fue que se volcaron a registrar lo que fuera, incluyendo muertos, mascotas y objetos para tratar de llegar a la cifra. Al final rebasaron el número requerido a través de la asociación civil “Que siga la democracia”, que es una extensión de morena y que presentó por si sola más de 1.6 millones de firmas.

Resulta sospechoso, absurdo y contradictorio que haya tanto interés de parte del propio gobierno por llevar a cabo una consulta que a la sociedad civil no le interesa. Sobre todo, cuando esa consulta es para quitarle el poder a su máximo líder.

Muchos pensamos que la “revocación” se trata únicamente de un show, un concurso de popularidad para mantener vigente al eterno candidato “AMLO” previo a las elecciones del 2024, tal es así, que el partido en el poder maliciosamente la ha renombrado el proceso como “ratificación”. Y es que aceptémoslo, para que la revocación sea vinculante se requiere el 40% de la lista nominal, es decir casi 38 millones de votos. Esta cifra es casi imposible de alcanzar a menos que la sociedad organizada acudiera en masa votar como en una presidencial. Desafortunadamente carecemos de oposición, y la población está fraccionada y dividida hasta entre los que están en desacuerdo con el gobierno, eso permitió que se dejara pasar la que habría sido una oportunidad de oro para sentar precedente y acabar de una vez por todas, tanto con el gobierno de corrupción, como con el mito del ídolo de las masas. Sin embargo, a falta de líderes que cohesionen la oposición, no solo se perdió esa opción, sino que, en el mundo al revés, ahora el principal promotor de que no se vaya a votar ese día son ellos, los opositores, y los que promueven salir a votar hasta violando la veda electoral y la constitución son el gobierno y el partido “morena”.

Ante este desquiciado panorama, casi cualquier resultado le conviene a López, pues como ató de manos al INE, habrá pocas casillas y se prevé que la votación sea reducida, aunque colmada con votos de los miembros de “morena”, burócratas y acarreados dependientes de sus programas sociales. En este contexto, es probable que la consulta de revocación no supere ni los 10 millones de votos, pero desde luego lo cantarán como una victoria aplastante del “sí por la continuidad” a pesar de que la mayoría de esos votos pertenecerán a su base.

Lo que vale la pena resaltar de este ejercicio, es que al parecer López y su partido cuentan de antemano con la apatía generalizada de la población, pues cada vez parece más evidente que a la sociedad civil pueden pisotearla, humillarla, maltratarla, traicionarla, violar sus leyes y derechos, coartar sus libertades, destruir sus instituciones, liberar o dejar de perseguir delincuentes, dilapidar sus recursos, quebrar su economía, destruir sus selvas, dejar de brindar salud y seguridad a sus gobernados… y nada harán por impedirlo, ni aunque pongan la renuncia del causante en bandeja.

Y es que sí, la revocación de mandato es una burla porque surgió de la mente retorcida de un demagogo populista que finge ser presidente de todos los mexicanos, pero una sociedad civilizada, educada y bien organizada, dirigida por un grupo de líderes de probada honorabilidad, pudo haber convertido ésta payasada en una forma moderna de presionar al gobierno a través del clamor popular, sin depender ya de los partidos y los representantes en el Congreso de la Unión, que ya son obsoletos comparsas del régimen.

Al final, por triste y paradójico que parezca, a falta de una oposición unida y organizada, hacerle el vacío a esta consulta manipulada donde se verán acarreos masivos al más puro estilo PRIista de los 70s, parece ser la única forma real de mostrar el desprecio y rechazo al gobierno más corrupto de toda la historia de nuestro país. Pasado ese día, tocará defender al INE con todas nuestras fuerzas para impedir que terminen por destruir nuestra democracia.

15 marzo 2022 | Por Octavio Castro para Acción Civil Mexicana


Con información de:
www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Boletines/2019/Noviembre/05/2697-Aprueban-diputados-reformas-constitucionales-en-materia-de-consulta-popular-y-revocacion-de-mandato
www.animalpolitico.com/2021/12/asociacion-entrega-1-6-millones-de-firmas-para-revocacion-de-mandato/
www.senado.gob.mx/64/app/documentos_de_apoyo/DocsApoyoParlamentario/files/Sabana_Procedimiento_Revocacion_Mandato.pdf
accioncivilmexicana.org/los-perros-tambien-votan
www.elfinanciero.com.mx/nacional/2022/02/02/consulta-de-revocacion-de-mandato-esta-sera-la-pregunta-que-aparecera-en-las-boletas

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