Congruencia

La mejor forma de desarmar a un adversario durante un debate, es mostrando como él o ella actúan o actuaron en contra de su propio predicamento. Simplemente es un “knock out” del cual difícilmente se pueden levantar, pues muestra la fragilidad de sus convicciones, así como su deshonestidad con tal de agradar al público al que se dirige.

Durante el gobierno de la monserga que habita el Palacio Nacional, ha habido innumerables ocasiones que nos demuestran justo eso, que Obrador no tiene convicciones, sino ideas al momento y que además, es un mitómano empedernido. Desafortunadamente, el contrincante en pocas ocasiones ha podido utilizar la contundencia de esos mensajes cruzados por el simple hecho de que, en la mayor parte de la oposición política, hay una gran cola que les pisen y, pueden revertirse esos “knock outs” con gran facilidad.

Obrador predicó durante su eterna candidatura presidencial que el crecimiento económico que se generaba al mando de sus adversarios Calderón y Peña, era raquítico, vergonzoso y mediocre. No había momento durante sus apariciones en los medios o frente a las masas, que no hiciera uso de dicha retórica. El modelo neoliberal es un fracaso y tiene al pueblo sumergido en la pobreza.

Un discurso simple, que no requería de grandes explicaciones y que era entendible para la mayoría de sus seguidores, que cabe resaltar, estaban marginados en su mayoría lo que alentaba ese odio por las clases medias. Compraban fácilmente el argumento de que sólo unos pocos eran beneficiados de ese modelo y que ellos, los pobres, seguían siendo pobres a causa de ellos. Un estrato cuyo resentimiento es grande y por lo tanto no dudaron en señalar a aquellos que consideraban “el impedimento para su bienestar”.

Ya en el gobierno, Obrador ha tenido uno de los peores desempeños económicos en la historia. Aunque vivimos una pandemia que afectó a todas las naciones por igual, muchas de ellas se recuperaron gracias a estrategias bien pensadas de sus gobiernos en estrecha colaboración con el empresariado. Obrador sin tener crisis económicas ni sociales, recibió además una economía con una tendencia que, sin hacer ningún ajuste, podría haber crecido por lo menos un 2.5% ese año, y tuvo una desaceleración. Los porqués los hemos explicado en muchas ocasiones; el señor no tiene visión de Estado, sigue viviendo en la creencia de que el Estado debe ser el principal rector y participante de la economía y que el empresariado es una carga…

La oposición en esta situación tiene un argumento para explotar una estrategia de comunicación bestial, donde refleje lo que le comento: Obrador es un inepto en economía (materia por cierto que reprobó varias ocasiones en su vida universitaria) y que, por ello, México no crece ni lo hará en su mandato (improbable es que si quiera rebase el mismo nivel del PIB del 2018).

Obrador, en campaña eterna, acribilló mediante críticas a los gobiernos de sus adversarios por tener graves crisis de seguridad en cada uno de sus sexenios. Un célebre tweet del 2017 en su cuenta indicaba que: “Napoleón decía: «Si el crimen y los delitos crecen, es evidencia que la miseria va en aumento y que la sociedad está mal gobernada». Aplica”

Su gobierno es el más violento de la historia post revolucionaria; han muerto más mexicanos a manos de las armas que en cualquier sexenio donde se había “declarado la guerra en contra del narco”.

No era cosa de extrañar, solo que a los mexicanos se nos olvida. Durante su gobierno en la jefatura del Distrito Federal se realizó la marcha más multitudinaria que hubo en la ciudad, la cual exigía a Obrador parar al crimen organizado en ese momento, que tenía a la ciudadanía en pánico por la creciente ola de secuestros y asesinatos.

La oposición tiene el mejor de los argumentos para destruir mediáticamente a Obrador en ese tema, y sin embargo, no ha podido porque sus líderes tienen cola que les pisen…

De ahí la importancia de la congruencia; no podemos criticar y criticar un tema del gobierno y cuando suceda en la oposición, hacernos de la vista gorda y responder, pero tú también lo haces. No es cuestión de ver quién peca más o quien peca menos, la cosa es no pecar.

“Alito” Moreno es la clara imagen de la incongruencia dentro de la oposición; señalado por enriquecimiento ilícito y ahora exhibido por una serie de audios, que cabe señalar, han sido confirmados por algunos de sus colaboradores, no deja la presidencia de uno de los partidos más fuertes de la oposición.

Ayer vi varios comentarios en las redes sociales donde intentaban argumentar a su favor, preguntando que qué había pasado con los audios de Gertz Manero, o por qué no se actuaba en contra del hermano del presidente. Señores, ¡la cosa no es así! Seamos CONGRUENTES. Si queremos una oposición fortalecida (y de verdad es necesaria si se pretende una alternancia en 2024) dejemos de apapachar este tipo de líderes que desarman por completo cualquier argumento en contra de Morena.

No puede ser que nuestras convicciones sean tan frágiles para aceptar algo que tanto criticamos en el gobierno y en el partido mayoritario, sólo porque es un líder que nos cae bien…

Si queremos un cambio pidámoslo parejo. Hacerlo selectivamente es hipocresía.

26 Mayo 2022 | Por: Mario Sotomayor | para accioncivilmexicana.org

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